viajerapunzel

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domingo, 29 de julio de 2018

Saint Malo (France)

Fuimos con la idea de que era otro pueblecillo, pero nos encontramos con una pequeña ciudad con un montón de ambiente
En las afueras (preferiblemente ir en coche), tenemos varios puntos importantes que ver:
  • Las Rocas Esculpidas (roches sculptées): Son rocas al borde del mar con imágenes de caras y animales (estilo mitológico) talladas en la propia piedra. Acceder cuesta dinero (creo recordar que unos 3 o 4€) y aunque la visita es corta, merece la pena.











  • Fort Petit Bé: Se encuentra en una pequeña isla. Desde el puerto hay barcos que hacen la excursión al Fuerte.
  • Tour Solidor: Es una torre que también se encuentra a las afueras de Saint Malo, en la orilla del mar. Cuesta dinero acceder y, en mi opinión, totalmente prescindible. Suele ser complicado aparcar porque hay pequeñas playas y la gente aprovecha para bañarse.

El centro es de estilo medieval y se encuentra amurallado. En su interior, como en casi todos los sitios de estas características, lo mejor es pasear y disfrutar del ambiente de las calles. Como puntos a visitar:
- Cathedrale Saint Vicent
- Tour Quic-en-Groigne






Al otro lado de la muralla y aprovechando la subida y bajada de la marea,  hay unas piedras que forman una gran piscina natural.




Fuera de las murallas puedes pasear por el puerto, donde hay algunos barcos de estilo corsario.



El aparcamiento es complejo, así que cuanto más alejado de la muralla, mejor. Hay también parking de pago pero igualmente lleno.

jueves, 12 de julio de 2018

ARCACHÓN (Dune de Pïlat Y Lago Sanguinet)

Llegar a la zona de Arcachón en temporada alta es ardua tarea... atascos por todos los accesos.
Así que nos limitamos a ir a la Dune de Pîlat con toda la paciencia del mundo.

Por la carretera verás indicaciones para llegar a la duna y te redirigen a un aparcamiento que, por lo que se veía desde la carretera, estaba hasta arriba.
Decidimos tirar de Google Maps y bordear la zona en cuestión, para aparcar finalmente en unas calles bastante más tranquilas (en la calle del Hotel Haitza y Hotel Ttiki Etchea - Boulevard de L'Ocean).

Con el atuendo playero puesto, nos aventuramos a la expedición de subir la Dune.
Desde abajo es inmensa, y no parece para tanto... pero dale un par de pasos a la ladera y cambiarás de idea...




Aun siendo deportistas, se nos hizo pesado llegar a la cima. Pero qué decir de las vistas... mereció la pena.




En lo alto quedas por encima de un pinar y del resto de la playa.
Si el aire te lo permite y no te molesta demasiado la arena, puedes tirarte un rato a disfrutar.



Para volver tendrás tentaciones de bajar haciendo la croqueta 😂 pero lo mejor será que bajes andando, aunque más rápido que para subir.

La playa es extensa y de tipo salvaje


Cuando llegamos al coche vimos que era pronto y había mucho atasco para volver a coger la carretera, asi que decidimos ir al Lago  Sanguinet para hacer tiempo.
Está a unos 20 minutos de la Duna y también tiene mucho ambiente.
El agua está limpia, hay campings alrededor, algún restaurante y actividades de agua (patines de pedales, etc).



Creo que lo usan como otra playa más o como los pantanos que conocemos en las zonas de interior.
Sin duda, el Lago Sanguinet y la Dune de Pîlat son sitios a los que volvería (si el tiempo acompaña).