Podréis acceder a las Fragas do Eume a través del pueblo Pontedeume, donde empiezan las señalizaciones para llegar hasta allí.
La primera misión imposible con la que os encontrareis es aparcar. No hay muchos sitios, y según se van llenando, suele haber personal regulando la zona de paso para que se empiece a aparcar cada vez mas lejos de la zona donde se empieza la ruta.
La hora ideal para aparcar en un sitio mas o menos decente, sería sobre las
10.30 - 11.00. Pasando de esta hora, os podéis encontrar con no saber donde meteros el coche.
Lo siguiente a tener en cuenta y más importante, es la vestimenta. Id con ropa deportiva, como si fueseis a hacer senderismo.
Para subir hasta el mismo monasterio de Caaveiro, la carretera está cortada, solo se accede andando, en bici y un autobús que presta este servicio.
Por partes:
Para ir andando solo tienes que disponer de buenas piernas y buen fondo, ya que son 8 km de ida (1h 30 aprox) y otros 8 de vuelta.
El trayecto es medianamente plano, con leves cuestas tanto de subida como de bajada.
Para ir en bici, o bien te la traes de tu casa (en mi caso imposible porque no cabe en el coche), o tienes la opción de alquilarla en un restaurante que hay antes de empezar la ruta.
Cuesta como unos 12€ las 4 horas y a partir de ahí, van sumando fracciones de tiempo.
Un poco mas adelante tienes bicis eléctricas, pero más caras. Sale a 25€ las dos horas y a partir de ahí, se va sumando.
Para ir en bus, tienes que pasar por la zona de información que hay antes de empezar el camino.
Ahí reparten los tickets (gratuitos) para reservar tu plaza en el microbus.
Las horas de subida son a las y media y de bajada a las en punto.
El problema es, que llegando a las 11.30 como llegamos nosotros, ya no quedaban plazas hasta por la tarde. Así que, con nuestras pintas de no-senderistas, hicimos la ida andando y reservamos el ticket para la vuelta.
OJO, si queréis volver en bus, hay que reservarlo abajo, NO en el monasterio!!
Una vez sabido esto, podréis disfrutar de un bonito viaje entre frondosos bosques, naturaleza y el río Eume acompañándote hasta el monasterio.
En ciertos puntos hay puentes colgantes y algunos pequeños torrentes de agua que bajan de la montaña.
Cuando va terminando la carretera, y donde también te deja el microbus, empieza una buena pendiente para culminar el viaje y llegar hasta el monasterio.
Ya aquí, podréis ver la inmensidad del bosque visto desde arriba.
Hay varias pequeñas rutas para hacer alrededor, pero para los que no hayan conseguido sitio en el bus, dudo que les apetezca seguir andando...
Por una de ellas, se encuentran unas rocas entre las que pasa el río y donde puedes sentarte para relajarte escuchando el sonido del agua caer.
https://www.youtube.com/watch?v=113t305tlpM&feature=youtu.be
Está al principio de la ruta, no tenéis que llegar a hacerla entera, y la verdad que merece la pena contemplarlo.
Informaros que aquí hay un pequeño restaurante.
Nosotros que no sabíamos cómo iba esto, nos tocó comer aquí. He de reconocer que para tener el "monopolio" no son excesivamente caros.
Un bocadillo cuesta 6€, agua pequeña 1,5€, postre 4€...
Eso sí, no penséis que os van a preparar un cocido. Ofrecen bocadillos y comidas frías, ya que no disponen de cocina.
El sitio y el entorno están muy bien, pero quizá en mi caso, después de la inesperada paliza a andar, esperaba encontrarme "algo mas".
Pero repito, es muy bonito y recomiendo esta visita!
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