Mi visita concretamente se centró en el la playa del Puerto.
Mientras nos perdíamos para llegar al hotel en el que nos alojábamos, tuvimos que pasar por una especie de polígono lleno de discotecas. Lo digo por si alguien quiere ir en plan de fiesta.
La playa está entre dos espigones, es de arena fina y bastante grandecita. Se puede estar bien, sin que pisen tu toalla o tengas que pedir la vez para bañarte. El agua es bastante transparente. De hecho, tienen bandera azul.
No hay chiringuitos en la propia arena ni zonas de recreo tipo pistas de voley, patín de pedales, etc.
Por el paseo encontrarás lo habitual, heladerías, terrazas y alguna tienda.
En lo que a comida se refiere, no tuve mucha suerte. Suelen darte frituras y comida rápida y fácil de preparar para doblar las mesas cuantas veces puedan. Así que, si queréis saborear algo en condiciones, tendrás que irte a algún restaurante más de interior.
OJO: Hay algunos restaurantes con nombre español pero gestionado por chinos y de pésima calidad. No tengo nada en contra de esta gente, pero intentan venderte lo que no es.
A continuación de Sagunto se encuentra Canet d'Enberenguer, unido por un paseo de tierra al borde del mar. Es un poco largo pero muy agradable. La gente suele hacerlo en bici o a pie.
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