Una pequeña ciudad construida sobre rocas, con sus famosas casas colgadas (o colgantes, como las llaman algun@s),la mayoría de sus calles en cuesta, con pequeños arcos para pasar debajo de las edificaciones...
Aparcar es complejo y tampoco sabría indicaros donde podéis dejar el coche, ya que nosotros encontramos un sitio de casualidad y no nos tocó dar muchas vueltas.
Lo más vistoso es asomarte al Puente de San Pablo, disfrutando a un lado de la única casa colgada que queda y al otro, del Parador y el resto de la ciudad.
Tiene varios miradores. Desde uno de ellos, podrás ver "Los ojos de la mora", una zona donde las rocas hacen esta forma y alguien pintó los ojos.
Se encuentra en la Plaza Mayor, aunque no es una "plaza" como normalmente entenderíamos (pasa una calle por medio).
Aquí también se encuentra el Ayuntamiento.
Quedan algunas ruinas de lo que en su día fue algún castillo o muralla.
El contorno de lo que es la ciudad está rodeado por el río Júcar y el Huécar.
Es una ciudad que se puede ver en un día y, aunque pequeña, parece que tiene ambiente.
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