Típico es para los madrileños ir a pasar el día a San Lorenzo de El Escorial.
Lo más llamativo es su Monasterio, que cuenta con una gran explanada y los jardines de alrededor.
Hay que pagar entrada, pero acceder a los jardines es gratuito. Tienes que acceder desde una pequeña puerta que hay en un arco.
Desde aquí podrás ver Madrid centro.
Vista la zona del Monasterio, puedes ir al casco antiguo.
En nuestro caso, estuvimos en Navidades y estaba la representación del Belén.
El pueblo en sí son cuestas super empinadas y con numerosos restaurantes para comer/cenar o tomar algo.
Al estar como en lo alto, te permite tener unas vistas espectaculares de naturaleza con la ciudad al fondo.
Aparcar es complejo, pero cuanto más arriba subas, menos problema tendrás.
A las afueras (no os puedo decir exactamente dónde porque no me dió tiempo a ir) está la silla de Felipe II, desde donde se supone que vigilaba las obras del Monasterio del Escorial.
Este municipio es un mítico lugar de paso para moteros que van camino a la Cruz Verde.
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