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domingo, 29 de junio de 2014

Mágico Santiago de Compostela

Es un sitio en el que pasar el día y disfrutar de su larga historia...

Como en todos los lugares con tanta cultura, tiene monumentos, estatuas, iglesias y capillas por cualquier sitio. Pero siempre están los principales y a los que comúnmente suelen (solemos) ir los turistas.

Nosotros empezamos por la Plaza de la Universidade y el Monasterio de Benedictinas.




Antes de llegar al centro neurálgico (la catedral y su plaza), pasamos por el Palacio de Fonseca.





Después fuimos a lo que es la parte trasera de la Plaza del Obradoiro, que es la Plaza das Fraterias, donde está la Quintana de Mortos.






Desde aquí, accedimos por una entrada trasera a la Catedral de Santiago.
Mientras está la misa se supone que no se pueden hacer fotos.














En uno de los puntos, se hace una fila (nosotros nos pusimos sin saber para qué era, pero como todo el mundo lo hacía... seguimos a la multitud). 
Es para abrazar al Santo (por la parte de atrás). Hay un monje o cura, al que "puedes" darle la voluntad y a cambio te da una estampita. Después pasas por una especie de gruta donde hay lo que supongo que es una tumba y finalmente, sales a la otra parte de la Catedral.





El Pórtico de la Gloria sigue en obras, por lo tanto no se puede apreciar apenas nada.




Ya en la Plaza del Obradoiro, se mezcla la admiración de los turistas con la satisfacción de la gente que ha hecho el Camino de Santiago y ha finalizado su recorrido.





Hay varias teorías, como que si no llueve cuando vas a Santiago tu visita no vale o que para ver la Catedral, debes verla tumbado en la Plaza. 
Así que, ya que no llovió, opté por la segunda opción...






Para tener una vista más general de la ciudad, puedes ir al Parque de la Alameda, que es también como una especie de mirador.







No me dió tiempo a ver nada más, creo que en media tarde, demasiado me dió de sí...

Pero os recomiendo que guardéis un día de vuestras vacaciones o estancia para visitar Santiago. Es un sitio que realmente lo merece y cuando llegas te invade la magia.

domingo, 11 de mayo de 2014

Costa da Morte: Muxia, Cee y Fisterra

La Costa da Morte está formada por numerosos pueblos.
Yo fui solo a tres, ya que cada uno está a cierta distancia y en el poco tiempo que tenía no me dio para más.

Comenzando por Muxia, es un pequeño pueblo bañado por el Atlántico (como el resto) y cuyo mayor encanto se encuentra en el santuario de Santa María de la Barca, que está sobre unas rocas junto al faro.
Ahora mismo se encuentra muy deteriorado a causa del temporal y un incendio provocado por un rayo.










Después de dar un paseo por aquí nos acercamos a Cee.

La verdad es que todos los pueblos parecen similares, estoy segura de que cada uno tiene su encanto, pero de pasada no hubo nada que nos llamara la atención y ni siquiera paramos.




Por último estuvimos en Fisterra.
Este lugar me pareció increíble. En la parte del pequeño pueblo, lo habitual: iglesia, souvenirs, restauración, productos típicos...
Pero la diferencia se encuentra en el faro.






Hay que subir una pequeña cuesta (se puede ir en coche porque no hay problema de aparcamiento).
Al llegar a lo alto verás un acantilado, con indicaciones para el Camino de Santiago (como en muchas partes de A Coruña) y un edificio que, lejos de parecerlo, es el faro.
Se puede entrar, porque hay como una especie de museo, pero no subir a lo que es la torre.
Aquí sellan el libro del peregrino, para los que van haciendo el Camino.
Hay unas escaleras por detrás del faro, que te hacen acercarte un poco más a la punta del acantilado, y si el tiempo te lo permite, disfrutar del horizonte infinito.








Aprovechar para comentaros, que no os fiéis de los sitios con menús del día que te ofertan en la zona del faro.
Nosotros nos dejamos engañar y fuimos a uno con un menú de 10€ donde la atención fue lenta y poco profesional y la comida escasa y poco elaborada. 
Al final lo barato sale caro y es mejor gastarse un poco más que amargarte un poco las vacaciones por una mala experiencia.