En las afueras de Madrid y cerca de Aranjuez, tropezamos con Chinchón.
Además de los balcones originales y restaurantes, cafeterías y pastelerías, en fin de semana por lo menos, hay unos burritos que dan paseos a los más peques y un trenecito para recorrer el pueblo.
En una de las entradas a la plaza se encuentra el famoso Parador.
En la parte alta del pueblo está la Torre del Reloj y una especie como de muralla que permite disfrutar de las vistas del Castillo, que se encuentra a las afueras del pueblo.
Sus calles son principalmente cuestas, algunas empedradas y el paso está restringido, por lo que es muy recomendable aparcar en las afueras del pueblo
Para degustar podemos probar vino, la carne de caza, y como dulce los chocolates artesanos , las "tetas de novicia" y las "pelotas de fraile".
Famosas son también sus cuevas del vino, tabernas-restaurante a las que se puede acceder y pasear por dentro gratuitamente, aunque no sea horario de comida.
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