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lunes, 19 de mayo de 2014

Cedeira - San Andrés de Teixido (A Coruña)

Cedeira pertenece a las Rías Altas que, como la mayoría de los pueblecitos de este estilo, su zona de mayor ambiente gira alrededor de la ría.










No te llevará mucho tiempo esta visita, ya que su mayor interés está en pasear a la orilla de la desembocadura del río (hay un parking gratuito hacia el puerto pesquero) y el Mirador de Santo André de Teixido (que está a las afueras de Cedeira) y desde donde te asomas a otro de los acantilados que componen las costas gallegas.





"A San Andrés de Teixido vai de morto o que non foi de vivo"
San Andrés s una pequeña aldea entre montañas, perteneciente a Cedeira, con un pequeño arroyo y bosques que te llevan hasta los acantilados.
















Para llegar hasta allí pasarás por alguna que otra tortuosa carretera.
La aldea suele tener (supongo que sobre todo en festivos) a todos los habitantes en la calle, con puestos vendiéndote sus productos: souvenirs, rosquillas, miel...
Resulta un poco agobiante, ya que según vas andando te atosigan ofreciéndote sus cosas.
Por los demás, es un sitio con encanto. No os demoraréis mucho aquí, ya que no es muy grande.


Para emprender camino de vuelta, coged camino CEDEIRA, no hacia Cariño, ya que esta carretera está sin asfaltar en algunos trozos, con algunos socavones y piedras en mitad del camino.
Nosotros pensábamos que no saldríamos de aquí, ya que la carretera parecía no tener fin y cada vez estaba peor.

sábado, 1 de marzo de 2014

Bienvenidos a Bayona (Pontevedra)

Todos, cuando oímos este nombre, nos trasladamos a Francia.

Pero un poquito más lejos, existe otra Bayona.

Es de los últimos pueblos de Pontevedra antes de entrar en Portugal y un sitio idílico por las vistas que posee.

Es un municipio grande pero lo que más destaca es su Parador y la muralla que lo rodea, por donde puedes pasear y disfrutar de las vistas del mar.
Creo recordar que cuesta 3€ entrar por la muralla (ya que pertenece al Parador). 
Con la entrada tienes acceso a los jardines, al bosque y a la Ermita (donde la gente suele ir a casarse). Si vas a comer, cenar u hospedarte, no tendrás que pagar.






























Si prefieres no gastarte dinero, se puede dar el rodeo por debajo de la muralla (pero creo que las vistas no son iguales).








En lo alto hay unos cañones y en la parte baja hay unas ruinas, por donde el agua se mete y forman pequeñas piscinas.


Esta zona está junto al puerto pesquero.



Siempre hay mucho ambiente, ya que la gente suele venir aquí a pasear, hacer deporte o pasar el rato.


Tienen parking de pago, aunque en nuestro caso conseguimos aparcar en la calle.

Hay mucha restauración por el paseo que va junto al mar, muchos tipos de menús y por lo general se come bien a buen precio.

Tenéis que conocerlo!

martes, 30 de julio de 2013

Cascais - Estoril

A pesar de la poca información que encontré de estos pueblos por internet, nos animamos a ir a conocerlos en tren. OJO: la tarjeta Viva Viagem no vale con "la tarifa plana" de 6€, hay que comprar otro billete y es un lío. Lo mejor es que vayáis a la taquilla a sacarlo.
La parada de Cascais está prácticamente en el centro del municipio y desde Lisboa se tarda como unos 30 minutos.

El pueblo tiene algunas zonas peatonales y está lleno de restaurantes, tiendas de souvenirs y pastelerías. Es una zona agradable para pasear, aunque supongo que en pleno verano puede ser un poco sofocante...



Antes de comer, dimos una vuelta por el puerto pesquero. A continuación está el puerto deportivo, con bares, restaurantes, discotecas y escuela de vela. Esta es una zona más nueva, estilo Puerto Banús.



Al final de este puerto, hay un paseo que lleva hasta el faro y un hotel de 5*; para ello pasaréis sobre un puente por donde el mar tiene un entrante y choca con mucha fuerza.
Desde aquí veréis de frente Cascais y Estoril.




OJO: A la hora de comer, nos sentaron en una mesa y junto con el pan nos pusieron un queso de oveja para untar. Uno de los camareros insistió en que
lo probara.
Cuando vino la cuenta nos habían cobrado el pan y una ración de queso. Nos indignó un poco que sin haberlo pedido, nos lo metieran por los ojos. Pero estábamos de vacaciones y tampoco quería tener fiesta.
Hablo de Cascais porque fue donde tuve la experiencia, no sé si es tónica general en Portugal, en este pueblo, o fue solo en este restaurante fruto de nuestra cara de turistas.


Después de comer, decidimos llegar hasta Estoril andando por un paseo que une ambos pueblos. Las vistas eran estupendas y alrededor podías disfrutar del mar, el paseo y casas señoriales que parecen castillos.
Aunque en mi caso, no elegimos el mejor día... El diluvio universal junto con el aire hizo que nos caláramos (si abríamos el paraguas era misión imposible andar).






Irás junto a la playa todo el tiempo y encontrarás restaurantes, baños públicos y en algunas zonas donde no hay arena (que directamente está el mar), escaleras para bañarse.


La playa es de arenita fina y tengo entendido que suele hacer mucho aire (suelen practicar surf por esta zona).
Sin saber cuando (porque no lo indica ningún cartel), llegamos a Estoril y para ir al centro subimos unas escaleras.

Estoril no tiene más que casas grandes y su mítico Casino. Aparte de esto, no hubo nada que me llamara la atención. 
Para mi gusto, Cascais es más llamativo, quizá porque esté más enfocado al turismo y tiene más cosas para ver y lugares por donde pasear.